lunes, 23 de febrero de 2009

A mar

Cómo me encanta verte, tocarte, disfrutarte! el poder sentir el suave olor a puerto que de ti emerge, el rodearme en las mañanas de tu bruma, el caminar descalzo en la arena de tu orilla, y que me arrulle el rumor de las olas cuando duermo, adoro bañarme en tu inmensidad azul, que aunque fría, me acaricia. Amo nadar en tus playas, sentir que una onda me revienta en el pecho desnudo, como una muestra de tu fortaleza, y el agua fresca y helada resbalando por mi cuerpo entero, mojando cada centímetro de mi ser, alimentando mi alma de tu salvaje y poderosa hiel. Y luego la calma, que se acopla de manera perfecta a tu ambigüedad, que puede destruir de un momento a otro, o bien nos inunda de una apacible calma que relaja nuestras mentes estresadas. Es que no puedo vivir sin tí, cuando nos separamos me aislo y deprimo, sólo tú me entiendes, sabes que el agua salada que recorre mis venas se acelera en tu presencia y que mi corazón al ritmo de tus corrientes la bombea, que sentirte cerca me alimenta el espíritu y despierta en mi sentimientos nuevos y placenteros, sabes bien cuánto te deseo, y que sin importar cuán lejos estemos siempre llegaré a ti y nos confundiremos en un baile eterno...

viernes, 20 de febrero de 2009

Desnudez

Siento que algo me pesa mucho, como si tuviera el mundo a cuestas, se me hace difícil caminar, cada paso me cuesta cada vez más, no avanzo ni diez metros y ya siento el sudor correr por mi cuerpo, estoy casi sin fuerzas... No estoy cargando nada, qué rayos me pasa!? será que mi ropa pesa una tonelada? me cuesta respirar, me estoy sofocando, me quito el polo, no sin esfuerzo, y siento un alivio en el pecho, mi caja torácica por fin se ensancha y llena de aire, me quito los zapatos, el pantalón, las medias y la ropa interior... Libertad!, ahora moverme no me cuesta nada, me siento ligerísimo, no peso nada, casi puedo flotar... Siento con mis manos mi piel, antes sudaba, ahora se siente tersa, suave, perfecta, busco un espejo y veo cada detalle de mi cuerpo, tan bello e imperfecto, me encantan los detalles finos tanto como los grotescos. Empiezo a saltar de alegría, ya casi no puedo con tanta dicha, si tan sólo me hubiera dado cuenta antes de lo que me perdía tratando de ocultar tanta armonía, si tan sólo antes me hubiera revelado ante esta sociedad que condena, señala y separa a los que no le agradan, a los que no entran en su formato tan estricto y cerrado, y nos obliga a los que por sí solos pensamos a separarnos, enajenarnos... Pero hoy mi mente no alberga rabia ni resentimiento, hoy disfruto de cada momento a solas con mi cuerpo tan desnudo, tan descubierto...

viernes, 6 de febrero de 2009

Mundo mágico

No les ha pasado, que una vez que encuentran un buen libro (tarea harto difícil) no lo pueden soltar, y que antes de darse cuenta están metidos en su mundo? Un mundo donde todo, TODO es posible, un mundo donde si bien el autor nos guía por un camino, el resto depende absolutamente de nuestra imaginación, y de pronto estamos de vuelta en la edad antigua vestidos con una toga griega, bebiendo vino y en medio de una orgía; o en la edad media, montando un caballo y vistiendo una reluciente armadura; podemos ser prisioneros en un campo de concentración en la segunda guerra mundial; estar en un mundo de fantasía rodeado de elfos, ogros y enanos; o atravesar un espejo y en otro mundo encontrarnos.
Son infinitas las posibilidades cuando se suman la imaginación de dos personas (lector y autor), y tantísimos los campos que explorar, ciencia, ficción, historia, social, político, mítico, etc. y aún todas las combinaciones posibles creando nuevos géneros y subgéneros literarios que fácilmente se acomodan a la necesidad del escritor y al gusto de su público.
Lloramos, reímos, nos molestamos, soñamos, disfrutamos, nos excitamos, vivimos con cada palabra, cada frase, cada historia. Por el momento que sea necesario nos abstraemos de nuestro mundo, que se nos torna monótono, simple y aburrido, queremos más, y leemos más. Dejamos atrás el estrés, los problemas, las responsabilidades, y nos damos el gusto de leer y soñar despiertos. El escape perfecto.
No saben cuánto agradezco a mi padre por haberme reglado mi primera colección de libros, se llama "El tesoro de los niños" probablemente tenía entre seis y ocho años, mi imaginación volaba por sí sola, y cuando leía, por horas de horas, sentía como mi mente exponencialmente crecía, y quería cada vez más, leía libros de historia y geografía de mi madre, muchas cosas no entendía, y mi inventiva llenaba los vacíos. Recuerdo que me encantaba leer sobre el espacio, los astronautas (soñaba como todo niño con llegar a la luna), las estrellas, nuestra historia, sobre Grecia y Roma. Algunos años después mis padres compraron una colección de novelas (como cien títulos) todas sobre aventura y misterio! Conocí a Sir Arthur Conan Doyle, a Mark Twain, Alexandre Dumas; un día era un forajido armado con arco y flecha ayudando al rey Ricardo Corazón de León a recuperar el trono de Inglaterra, otro era un náufrago en un isla enseñando a hablar a Viernes, o un detective en Londres que fuma opio y resuelve casos que parecen imposibles!
Me dí cuenta a temprana edad, que leyendo, los mundos y las posibilidades no tenían fin. Y luego, una tarde regresaba de jugar con otros niños, e iba a casa con la intención de continuar mi lectura, me senté frente al libro y al verlo cerrado me pareció muerto, inerte, y desde entonces pienso que nosotros le damos vida a los libros, sus historias y personajes, que abriéndolos y leyéndolos los vemos nacer y crecer, para luego morir en las últimas líneas, y empezar una espera que termina cuando otro lector los abra y reviva.
Soy fanático del mundo mágico de los libros, y sólo me queda decirles, que si sienten que el estrés y la rutina está acabando con su vida, o están simplemente aburridos, abran un libro, entren en su historia, naden en sus páginas, liberen sus neuronas, denle rienda suelta a su imaginación y disfruten de ese viaje que los llevará por lo desconocido sin ningún peligro y los liberará de su mundo aburrido.